Aspectos Destacados de una Vida Extraordinaria
Nacida el 25 de diciembre de 1821 en North Oxford, Massachusetts, Clara Barton fue la quinta hija de Stephen y Sarah Barton. Tras una carrera temprana en la enseñanza, Clara se mudó a Washington D. C. y trabajó en la Oficina de Patentes de los Estados Unidos. Fue una de las primeras mujeres en trabajar para el gobierno federal.
Ángel del Campo de Batalla
Clara todavía vivía en Washington cuando comenzó la Guerra Civil Americana en 1861. Durante ese tiempo, brindó valientemente cuidados de enfermería y suministros a los soldados; actividades que finalmente definieron su vida y la llevaron a ganarse el apodo de Ángel del Campo de Batalla. Cuando terminó la guerra, Clara encontró nuevas formas de ayudar a las fuerzas armadas. Con el permiso del presidente Lincoln, abrió la Oficina de Soldados Desaparecidos, y ayudó a reconectar a más de 20,000 soldados con sus familias.
Durante un viaje a Suiza en 1869, Clara se enteró del movimiento de la Cruz Roja, un esfuerzo humanitario europeo para brindar ayuda neutral a los heridos en combate. Inspirada por esa causa, Clara se ofreció como voluntaria en el Comité Internacional de la Cruz Roja y proporcionó ayuda civil durante la guerra franco-prusiana. Esta experiencia, junto con su trabajo durante la Guerra Civil, inspiró a Clara a llevar el movimiento de la Cruz Roja a Estados Unidos.
Fundación de la Cruz Roja Americana
El 21 de mayo de 1881, Clara fundó la Cruz Roja Americana y, en 1882, Estados Unidos ratificó las Convenciones de Ginebra, leyes que, hasta el día de hoy, protegen a los heridos de guerra y a los civiles en las zonas de conflicto. Más tarde, esto se tradujo en una carta del Congreso de los EE. UU. que reconocía oficialmente los servicios de la Cruz Roja.
Clara Barton se desempeñó como presidenta de la Cruz Roja durante 23 años y se jubiló en 1904. Después de una vida de servicio, Clara murió en su casa en Glen Echo, Maryland, el 12 de abril de 1912.
Hasta el día de hoy, el legado de Clara sigue vivo, reflejado en el espíritu de los voluntarios y empleados de la Cruz Roja. Gracias a una mujer, Clara Barton, la Cruz Roja Americana brinda ayuda y esperanza en todo el país y en todo el mundo.