Mientras sus compañeros de clase terminaban las últimas semanas del cuarto grado, Joey Tripp fue diagnosticado con osteosarcoma, cáncer de hueso. Pasarían otros siete años antes de que pudiera asistir nuevamente a un año escolar completo.
Todo comenzó un domingo normal en 1995. Joey estaba con su familia en la iglesia cuando el dolor en la pierna se volvió abrumador y el niño de 10 años no pudo evitar llorar. Sus padres de inmediato condujeron desde donde vivían en Yonker, Georgia, hasta la sala de emergencias en Macon. El diagnóstico no solo fue difícil de aceptar, sino que fue difícil para todos, especialmente para el niño de 10 años, de entender. Los meses y los años que siguieron fueron inimaginables. La vida de Joey se convirtió en largas estadías en el hospital, tratamientos intensivos, largos períodos de tiempo alejado de otros niños, cirugía tras cirugía (ha tenido 45 hasta la fecha) y muchas transfusiones de sangre.
A menudo, Joey necesitaba plaquetas. Y como el hospital en Macon no contaba con la sangre especial que necesitaba, él y su madre debían conducir las dos horas y media desde Yonker hasta Atlanta para recibir tratamiento. En una terrible ocasión, una tormenta de nieve cerró la carretera interestatal, lo que resultó en un viaje mucho más largo que lo usual. Como Joey necesitaba con urgencia una transfusión, se desmayó en el automóvil de su mamá y no se despertó hasta que estaba en el hospital, cuando ya había comenzado su tratamiento.
Hoy, gracias a su propia valentía, las habilidades de sus médicos, el amor infinito de su familia y los tratamientos que salvan vida que recibió, Joey no solo está vivo, sino que es un próspero miembro de la comunidad. Tiene tres títulos universitarios (incluso un título de maestría de la University of Georgia), ha sido reconocido en múltiples ocasiones por su trabajo de voluntario y retribuye todos los días en su trabajo como Oficial de Relaciones con Donantes en la Cruz Roja Americana.
“Cuando recibía las donaciones de sangre, no entendía qué significaba obtenerlas. Ahora, como adulto y empleado de la Cruz Roja Americana, agradezco plenamente a las personas que donan sangre, porque sin ellos, yo estaría muerto”, dijo. “Se siente muy bien saber que hay personas que dieron una parte de sí mismas por mí, y espero que compartiendo mi historia, más personas se inspiren en hacer lo mismo”.
POR FAVOR, DONE DURANTE ESTAS FIESTAS
Desafortunadamente, durante las fiestas, las donaciones de sangre y plaquetas a menudo disminuyen debido a agendas ocupadas, el mal tiempo y las enfermedades de temporada que dificultan a los donantes programar y mantener las citas para donar de sangre. De hecho, más de 80 por ciento de las donaciones de sangre se obtienen gracias a las campañas de sangre organizadas por grupos de patrocinadores voluntarios y coordinadores. Muchos cancelan las campañas durante las fiestas cuando los donantes regulares están ocupados con actividades festivas y viajes.
Ojalá la historia de Joey lo inspire para hacerse un tiempo y ayudar a los pacientes, programe una cita para donar descargando la aplicación para donantes de sangre "Blood Donor" de la Cruz Roja, visitando redcrossblood.org o llamando al 1-800-RED CROSS (1-800-733-2767).
Se requiere de una tarjeta de donante de sangre o una licencia de conducir u otras dos formas de identificación para inscribirse. Las personas de 17 años en la mayoría de los estados (o 16 años, con el consentimiento de los padres, según lo permitido por la ley estatal), que pesan 110 libras, como mínimo, y gozan de buena salud general pueden ser elegibles para donar sangre. Los estudiantes de secundaria y otros donantes de 18 años o menores también deben cumplir con determinados requisitos de peso y altura.
Los donantes pueden utilizar RapidPass para completar la lectura y el cuestionario de antecedentes médicos previos a la donación por internet, el día de su donación, desde un dispositivo móvil o computadora. Visite redcrossblood.org/RapidPass para comenzar.
Acerca de la Cruz Roja Americana
La Cruz Roja Americana alberga, alimenta y ofrece alivio a las víctimas de desastres; suministra alrededor del 40% de la sangre en el país; enseña habilidades que salvan vidas; distribuye ayuda humanitaria internacional; y apoya a los veteranos, a los miembros de las fuerzas armadas y a sus familias. La Cruz Roja es una organización sin fines de lucro que depende de los voluntarios y de la generosidad del público estadounidense para cumplir su misión. Para obtener más información, visite redcross.org o CruzRojaAmericana.org, o síganos en las redes sociales.
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