Debido a la crisis climática, los huracanes son cada vez más intensos, con marejadas ciclónicas más altas y lluvias más intensas. Estas tormentas destructivas causan daños por valor de miles de millones de dólares, como esta devastación dejada por el huracán Ian en Florida en 2022. Foto de la Cruz Roja por Scott Dalton.
Las personas que viven en zonas con riesgo de huracanes deben tomar medidas ahora para estar preparadas cuando amenace una tormenta.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) prevé que la temporada de huracanes en el Atlántico de 2024 podría ser una de las más activas jamás registradas, con entre 17 y 25 tormentas con nombre, de las que entre 8 y 13 se convertirán en huracanes y hasta 7 se convertirán en huracanes de gran intensidad durante la temporada de huracanes, que oficialmente se extiende hasta el 30 de noviembre.
El empeoramiento de la crisis climática está afectando a los huracanes de tres formas principales:
Más personas están en riesgo: La combinación de un mayor número de personas que viven en zonas propensas a los huracanes y la posibilidad de que se formen tormentas potentes más al norte, significa que todos los que viven en zonas costeras, hasta Maine, deben estar preparados incluso si su región no ha sufrido el impacto antes.
Las tormentas se intensifican mayor rapidez: Los cambios rápidos en la fuerza de los huracanes cerca de las áreas costeras significan que las familias tienen menos tiempo para prepararse antes de que se forme una tormenta y necesitan estar listas con mayor anticipación.
Se esperan más lluvias e inundaciones: Con lluvias y marejadas ciclónicas más altas, las áreas que no se han inundado previamente durante los huracanes podrían verse más afectadas ahora. Esto significa que cada vez más personas deben tomarse en serio la amenaza de inundaciones provocadas por huracanes y considerar prepararse de diferentes maneras. Por ejemplo, el seguro contra inundaciones es fundamental, así como tener copias electrónicas de archivos importantes.
Según la NOAA, esta actividad superior a la normal se debe a varios factores: temperaturas oceánicas cálidas casi récord en el océano Atlántico, desarrollo de las condiciones de La Niña en el Pacífico, reducción de los vientos alisios en el Atlántico y menor cizalladura del viento, todo lo cual tiende a favorecer la formación de tormentas tropicales.
CRISIS CLIMÁTICA El empeoramiento de la crisis climática está afectando a los huracanes de tres formas principales. En primer lugar, el agua más caliente del océano contribuye a que se formen huracanes más potentes y a que se intensifiquen con mayor rapidez. Este mes de mayo, el agua del océano Atlántico, desde África hasta el Caribe, era más cálida que nunca. De hecho, el agua nunca ha visto esta cantidad de calor de cara a la temporada de huracanes, según la NOAA.
En segundo lugar, el aumento del nivel del mar está contribuyendo a crear marejadas ciclónicas más altas. La crisis climática está elevando las temperaturas globales, lo que hace que haya más agua en el océano. Según la NOAA, en Estados Unidos se ha producido un aumento de unos 25 centímetros en los últimos 100 años. Y el ritmo del cambio del nivel del mar es aproximadamente el doble de rápido en los últimos 30 años, según la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).
Por último, una atmósfera más cálida retiene más humedad, lo que puede aumentar las precipitaciones durante las tormentas. Varios estudios han relacionado directamente el aumento de las precipitaciones durante los huracanes con el incremento de las temperaturas globales. Por ejemplo, un estudio sobre la temporada de huracanes en el Atlántico en 2020 estimó que las temperaturas más cálidas aumentaron las precipitaciones por hora de los huracanes en un 11%, según la NOAA.
PREPÁRESE AHORA Con unos huracanes cada vez más intensos y fuertes debido a la crisis climática, la preparación es crucial y hay diferentes consideraciones a tener en cuenta.
La combinación de marejadas ciclónicas más altas y el aumento de las precipitaciones está creando la receta perfecta para inundaciones destructivas que podrían llegar más tierra adentro. Esto significa que las familias y comunidades que no se han visto afectadas por las inundaciones de huracanes anteriores pueden no ser tan afortunadas hoy.
Además, los huracanes pueden intensificarse rápidamente en aguas cálidas, y estos rápidos cambios en la fuerza de los huracanes cerca de las zonas costeras significan que las familias pueden tener menos aviso previo, y menos tiempo para prepararse, antes de que llegue el momento de evacuar o refugiarse en un lugar seguro.
Las personas que viven en zonas con riesgo de huracanes deben tomar medidas ahora para estar preparadas cuando amenace una tormenta:
Infórmese sobre su riesgo de inundación poniéndose en contacto con su agencia local de gestión de emergencias.
Revise sus pólizas de seguro y la cobertura con su agencia de seguros.
Mantenga sus registros personales, financieros y médicos en un lugar seguro y de fácil acceso (copias impresas o copias de seguridad).
Suscríbase a las alertas de emergencia gratuitas de su gobierno local.
Además, la Cruz Roja recomienda a todo el mundo:
Haga un plan para evacuar y otro para refugiarse de forma segura en casa. Si necesita evacuar, sepa a dónde irá, cómo llegará y dónde se quedará. Planifique con antelación si va a necesitar ayuda para salir o utilizar el transporte público. No olvide incluir a las mascotas en sus planes. Si puede quedarse en casa, prepárese para vivir sin electricidad, agua, gas, teléfono e internet durante una semana o más.
Sepa cómo permanecerá conectado. Tenga una batería de reserva u otra forma de cargar su teléfono móvil en caso de que se vaya la luz. Sepa cómo volverá a conectar con sus seres queridos si se separan o si el teléfono o internet no funcionan.
Reúna suministros críticos como alimentos, agua y medicinas, y organícelos en un kit de emergencia para llevar y otro para quedarse en casa. Su kit de emergencia para llevar debe incluir suministros para tres días que pueda llevar consigo. Su kit para quedarse en casa debe tener dos semanas de comida y agua y, si es posible, un suministro de medicamentos y suministros médicos para un mes. Personalice su kit para satisfacer las necesidades específicas de su hogar, como el cuidado de mascotas o niños pequeños.
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